ELABORACIÓN

Se unta de mantequilla generosamente un molde desarmable de 21 centímetros de diámetro (pero no lo enharinar).
Poner en un bol el polvo de galletitas simples de chocolate.
Mezclar el azúcar y la mantequilla derretida.
Debe quedar un polvillo húmedo, como arena mojada.
Se añade en el molde y se presiona con una cuchara formando un zócalo.
Se reserva.
Colocar la de gelatina en polvo sin sabor en un bol chico.
Agréguese los 2/3 de agua fría y mezclar bien.
Esperar a que se esponje (tener un poquito de paciencia).
Luego colocar el bol a baño maría y mezclar ocasionalmente hasta que la gelatina se disuelva bien.
Reservar la gelatina diluida.
Cortar el chocolate para taza, en trocitos y luego añadirlo en una sartén.
Agregar el resto del agua restante.
Mezclar la preparación constantemente sobre el fuego, con cuchara de madera, pero emplearla sólo para repostería, hasta que el chocolate se disuelva.
Retirar y reservar.
Colocar en un bol el queso crema.
Se le añade el chocolate derretido en la sartén y mezclar bien.
Agréguele la gelatina en polvo sin sabor ya disuelta, la leche condensada, la cucharadita de esencia de vainilla y la de crema de leche.
Mezclar bien con espátula de goma.
Verter la mezcla preparada anteriormente en el molde cuyo fondo se tapizó con las galletitas.
Se introduce el molde en la heladera, preferentemente de un día para otro o hasta que la crema esté bien firme.
Desmoldar y adornar a gusto con astillas de chocolate blanco y negro, y copos de chantillí.
Acompañe con salsa de frambuesas, a gusto.