ELABORACIÓN
Las fabes, el chorizo y la morcilla se deben poner la noche antes a remojo (en recipientes aparte).
Se pochan las fabes con dos litros de agua fría al fuego, sin esperar a que hierva se agrega el pimentón, el azafrán o colorante, el aceite y todos los demás ingredientes.
Se dejan a fuego bajísimo durante cuatro o cinco horas.
Agregar agua fría por tres veces cada vez que lleguen a hervir.
Se remueve la cazuela con movimiento de vaivén, nunca el contenido.
El secreto consiste en el fuego bajísimo, incluso se puede poner la cazuela al lado del fuego y no encima.
Cada vez que llega hervir hay que asustarlas con agua fría.
Las fabes de piel gorda necesita más sustos que si son de piel fina.