ELABORACIÓN
Antes que nada, los utensilios a utilizar tienen que estar muy limpios, así como las manos
Poner la leche, la almendra, 50 gramos de azúcar y el almidón en un cazo.
Cocer a fuego lento, removiendo sin parar hasta formar una crema espesa.
Dejar enfriar.
En otro cazo poner el agua a hervir, añadir los 200 gramos restantes de azúcar y formar un almíbar.
Colocarlo en un bol con las yemas y batir hasta que se monten las yemas.
Montar las claras.
Mezclar las yemas con la crema de almendras y después añadir las claras montadas.
Poner en un molde. Se mete durante 24 horas en la nevera a unos 3 º centígrados para que tome el sabor la mezcla.
Se saca y comienza el proceso de mantecarlo, es decir introducir aire en la mezcla. Si no se dispone de una maquina de helado, se emplea la batidora a velocidad baja con las varillas de montar nata o claras, así toma un aspecto cremoso y se evita la creación de hielo. Se introduce en el congelador a -23º centígrados, durante más de media hora. Se saca y se vuelve a mantecar, batir, durante dos o tres minutos, hasta que quede cremoso. Se introduce de nuevo en el congelador y se repite el proceso al menos 4 o 5 veces. Una vez terminado y cuando se vea que el helado esta frío y cremoso, se introduce de nuevo en el congelador poniendo a máxima potencia y cubriendo la crema del helado con una tapa, se deja así dos horas y el helado estará hecho y preparado para consumir cuando se quiera.
Servir desmoldado en una fuente.