ELABORACIÓN
Este dulce de sémola y almendras tiene diferentes nombres dependiendo del país en el que se haga. En esta receta vamos a llamarlo hareesa o basbousa. No se debe confundir con la sopa harira, una receta fantástica que nada tiene que ver con nuestro sencillo pero delicioso pastel.
Este dulce se sumerge en almíbar cuando aún está caliente, así que lo dejaremos preparado para que vaya espesando mientras hacemos el resto.
Calienta el agua junto con el jugo de limón. Cuando esté tibia, añade el azúcar y remueve mientras empieza a espesar. Sigue removiendo por aproximadamente 10 minutos a fuego medio-bajo. Una vez que ya se haya enfriado, añade el agua de azahar y mezcla.
Vierte en un recipiente grande la sémola, la mantequilla derretida, el azúcar, el pellizco de sal, la levadura y el yogur. Remueve bien hasta que se convierta en una pasta homogénea.
Unta una bandeja con aceite o mantequilla y espolvorea harina; esto evitará que se adhiera a las paredes. Aplana con una pala de madera.
En este punto, una vez esté la masa del dulce lista, corta en pequeños cuadrados y pincha en el centro de cada uno de ellos una almendra, dejando la mitad fuera para que se tueste en el horno. Esto solo es si deseas decorarlo, también puedes decorarlo de pistachos molidos o cualquier otro fruto seco que te guste.
Lleva al horno para que cocine a altura media durante 30 minutos a 200ºC o hasta que esté doradito. Entonces, saca del horno y empápalo con el almíbar.
Deja que se entibie y tómalo con una taza de té moruno.
¡Buen provecho!