ELABORACIÓN
Trocear el puerro y pocharlo en una cazuela con un poco de aceite.
Apartar y reservar.
Partir el solomillo por la mitad, sazonar, condimentar con las especias y el tomillo y sellar en el mismo aceite.
Añadir el vino y volver a incorporar el puerro, rascar el fondo de la cazuela para soltar los jugos que ha soltado la carne.
Cocer a fuego lento con la cazuela tapada.
Destapar en los últimos minutos para reducir la salsa.
Sacar la carne, para que se escurra un poco de su salsa y reservar.
Extender una lámina de pasta filo y pincelar con la mantequilla derretida, doblar la lámina y volver a pincelar.
Cubrir con otra lámina, pincelándola también y doblándola luego también por la mitad, de manera que queden 4 capas.
Poner una de las mitades de solomillo encima y envolver con la pasta como si fuera un caramelo.
Pincelar con mantequilla y repetir la operación con la otra mitad de solomillo.
Espolvorear los paquetes con semillas de sésamo y meter en el horno, precalentado, a 200º hasta que la pasta quede dorada y crujiente.
Mientras, en una sartén con aceite freír las alcachofas cortadas a gajos.
Pasándolas, al sacarlas de la sartén, sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Emplatar colocando el caramelo de solomillo en el centro del plato, a un lado un poco de salsa de puerro resultante de cocer el solomillo y al otro lado las alcachofas fritas.