ELABORACIÓN

Desalar el espinazo la noche anterior y cocerlo con un par de litros de agua hasta que reduzca casi un litro.
Reservar el caldo.
En una cazuela mezclar el caldo con la leche, los huevos batidos y la harina hasta que quede una mezcla muy suelta, casi líquida.
Untar con el tocino en caliente una sartén de hierro o antiadherente.
Verter un poco de la mezcla sobre la sartén con la ayuda de un cazo.
Debe de cubrir el fondo de la sartén con una capa muy fina de mezcla.
Dar la vuelta con los dedos y con la ayuda de una espátula.
Debe de quedar como una crepe.
Cuando esté dorado por los dos lados se retira y se sirva espolvoreado con azúcar o envolviendo un relleno de fresas picadas con nata o una crema pastelera, o según el gusto.
Se van haciendo las filloas hasta agotar la mezcla.