ELABORACIÓN

Freír la cebolla bien picada, a fuego lento, en un poco de aceite de oliva - pero sin dorarla.
Separarla.
Trocear las pechugas de pollo en trozos de más o menos 2 o tres centímetros, pero igualmente también va bien en tiras.
Saltear el pollo a fuego medio, removiéndolo constantemente para que no se dore, así que preferible hacerlo en dos tandas (mientras tanto poner el arroz al agua y removerlo de vez en cuando).
Cuando todo el pollo esté blanco por fuera y aun crudo por dentro se le añade el curry.
Poner sal a gusto, un poco de pimienta, removerlo bien para que sea uniforme y echarle enseguida la nata liquida, sin parar de remover para que se mezcle todo bien.
Bajar el fuego a mínimo, añadir las pasas y tapar la sartén.
Pelar la naranja y separa la gajos e introducir igualmente al pollo.
Remover y si se presenta demasiado espesa la salsa añadir un poco de leche.
Poner un cucharón de arroz en el centro del plato, girando con cuidado desde el centro para afuera podemos formar un volcán, y en el centro colocamos el curry.
Cortar un ramito de perejil y adornar el plato con este y un poco de la salsa restante.