ELABORACIÓN
Se desengrasan bien y se limpian las perdices, se les quitan las vísceras y se dejan unas ocho horas en agua fría.
Atar las perdices con un cordel, salarlas y freírlas ligeramente en una cazuela de barro con el aceite.
Se retiran las perdices de la cazuela, se corta la cebolla gruesamente y en ese mismo aceite se fríe la cebolla.
Estando la cebolla a medio freír se ponen los ajos (cabezas enteras) los granos de pimienta y el laurel.
Se ponen de nuevo las perdices, se les añade el vinagre, el vino y la sal.
Cocer a fuego lento, cuidando de que la salsa no reduzca.
Añadir agua siempre que sea necesario.
Cocer durante unas tres horas.
Servir frías o calientes.