ELABORACIÓN
Remojar las judías en agua fría durante unas 8-10 horas.
En una cazuela, proporcionada a las cantidades, echar las judías, las morcillas, los chorizos, el tocino y los huesos.
Cubrir con agua fría y poner sobre el fuego.
Una vez rompa a hervir, espumar, bajar el fuego un poco y dejar cocer, lentamente, por espacio de 2 horas, salar.
Cocer por separado la berza picada con las patatas peladas y cortadas en trozos (en muchos pueblos de Asturias la cuecen en el mismo pote después de estar cocidas las judías).
Una vez cocidas la berza y las patatas, escurrir, pasar por agua fría, escurrir nuevamente y unir con las judías.
Remover para mezclarlo.
Si fuera necesario, agregar agua hirviendo hasta que quede todo cubierto.
En una sartén con un poco de aceite freír el ajo, pasarlo a un plato una vez dorado y estrujar con un tenedor para que suelte todo el jugo y reservarlo.
En el mismo aceite caliente deshacer el pimentón, cuidando de que no se queme (pues en ese caso quedaría negro) y verter pimentón y ajo picado sobre el conjunto.
Sazonar de nuevo, teniendo en cuenta los huesos de jamón salado que se han puesto.
Dejar cocer lentamente hasta que todo esté bien tierno y unido.
No debe estar ni muy caldoso ni muy seco.
Dejar reposar, antes de servirlo, durante unos minutos y presentarlo en una fuente honda con la carne cortada en trozos.